miércoles, 13 de julio de 2011

1 º etapa Camino 2011

1ª Etapa. Dia 27 de junio .Sevilla – Roncesvalles
Esta etapa ha sido la más cómoda , salimos en Ave de Sevilla a Zaragoza y desde allí en autobús a Roncesvalles, por lo que el caminar se redujo a una hora por los alrededores de la Basílica del Pilar.
Había sido una noche muy calurosa en Sevilla y , quizás por esta razón y por la ganas de empezar el Camino, a las 8,15 estábamos todos prácticamente en la estación, casi una hora antes de la salida del tren.
Salvo Paco y Virginia , íbamos todos en el mismo coche y como llevábamos un promedio de 4 bultos por pareja, entre maletas y mochilas, amén de los bastones, tuvimos que librar una dura batalla para colocarlo todo, como decía la voz de la experiencia de Abelardo por poco dinero mas... habíamos ido en Confort sin problemas de espacio para las maletas.











De todas formas, a la hora de arrancar el tren todo estaba colocado y empezamos la reorganización de grupos, peregrinas por un lado, peregrinos por otro y amenas charlas, para acabar jugando algunos unas partidas de dominó y otras jugando a las cartas.






La verdad es que el viaje fue comodísimo y puntualmente a las 12,30 estábamos en la estación de Zaragoza.

En poco tiempo localizamos al conductor Andrés y el autobús de la empresa “ La Rioja en ruta”. Este iba ser nuestro chófer solo por un día. Colocamos las maletas y nos dirigimos a la Plaza del Pilar, previamente el conductor nos dio un pequeño recorrido por Zaragoza y luego nos dejó a menos de 300 metros de la Basílica y quedamos citados para las 5,30 de la tarde para salir a Roncesvalles.







En grupos, fuimos entrando en la catedral, supongo que cada uno empleó este tiempo para visitar el templo, rezar, pedir algunas cosas etc etc. Bueno otros como Abelardo y Woudin aprovecharon para acercarse al C.Ingles a comprarse algunas cosas más














A las dos cerraban, así que fuimos saliendo desperdigados y nos dedicamos hacer turismo en los alrededores de la plaza, incluida la vista de “ los indignados de Zaragoza”, en relidad había cuatro tiendas de campaña y poco más. Tras hacernos varias fotografías ante los diversos monumentos de la zona


















Nos dirigimos hacia una de las esquinas, donde se encontraba el restaurante reservado Las palomas. Aquí surgió el primer pequeño incidente.
Me quedé descolgado del grupo buscando un cajero automático y enseguida me sonó el teléfono :” dicen que este restaurante no es, aquí no hay ninguna reserva, debe haber otro con el mismo nombre.... primeros asomos de pánico. Afortunadamente todo falsa interpretación en pocos minutos todo aclarado y una vez el encargado sabía quien era el que iba a pagar todo resuelto y en pocos minutos nos montaron las mesa. El buffet fue bastante aceptable y el problema era que hacía mucho calor, por lo que por consenso adelantamos la hora de salida a las 16, 30h. Nos acercamos al sitio que anteriormente nos había dejado el autobús y en poco tiempo estábamos saliendo








Pasamos junto al Ebro y enfilamos la autopista de Navarra, el termómetro exterior marcaba 39º. Cuando llevábamos una hora de camino, cerca de Tudela empezó a cundir el pánico porque Ana y Reme empezaron a pensar que el conductor se iba durmiendo, así que tras una discreta charla sugerimos parar en el área de servicio de Tudela. Todo había sido una falsa alarma , el conductor iba perfectamente bien, lo que ocurría era que el sol le hacía bajar los párpados y por uno de los retrovisores parecía que los llevaba cerrado.
Tras salir con un calor sofocante, un breve descanso para tomar un refresco y reemprender el camino. A partir de ahí ya el cielo empezó a ponerse plomizo y a lo lejos se intuía que había tormenta.
Llegamos a Roncesvalles, con una mejor temperatura y el cielo cubierto, nos fuimos distribuyendo en las habitaciones y salimos a dar un paseo, al final unos acabaron en la Colegiata y otros aprovecharon para sentarse a tomar una cerveza.














Hacia las 9,30 nos fuimos a casa Sabina, a unos 150 metros del hotel y que era el lugar para la cena. Uno de los camareros era del betis ,así que gran regocijo de Joaquín, nos distribuyeron en dos mesas y nos sirvieron una cena “ solo regularcita”y tras sabrosas charlas y pensando que al día siguiente había que andar nos fuimos yendo hacia las habitaciones, salvo cuatro o cinco que nos sentamos en la puerta del restaurante para ver el resplandor de los rayos y el ruido de los truenos, saboreando un chupito con una temperatura super agradable y así concluyó la primera etapa






Colocar fotos grupo 8

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