miércoles, 30 de junio de 2010

SANTIAGO

Un par de semanas antes de realizar el camino decidimos cambiar los billetes de vuelta para quedarnos el fin de semana en Galicia haciendo turismo.

Nos quedamos todos ,salvo Ana y Luis, que marcharon el sábado a mediodía como teníamos previsto en principio.

Después de descansar tras el duro camino, el sábado fuimos a desayunar en el hotel, algo mas tarde de lo habitual e inmediatamente nos fuimos a deambular por el centro histórico de Santiago y disfrutar del ambiente tan agradable que hay por allí.

Nos repartimos en distintos grupos y unos utilizaron taxis y otros como Aurora, Esther, Paco A, Remedio, Antonio, nos fuimos andando en una mañana fresquita y algo nublada.

Unos fuimos directamente a la cola ante la Puerta Santa para entrar a darle el abrazo al Santo, mientras esperábamos había espectáculos callejeros para divertir a los visitantes.












A la salida dimos un paseo por las repletas calles en los alrededores de la Catedral y realizamos algunas compras



Otros simplemente se fueron a la Plaza del Obradoiro para fotografiar el palacio de Rajoy , sede de la Xunta



y otros como Ana,su marido,Luis , Aurelio y Pepe V se toparon con el Sr Feijoo, presidente de la Xunta, quien amablemente accedió hacerse algunas fotografías.



Otros fueron a fotografiar al “ Matamoros” ó a visitar el claustro adyacente a la catedral y la plaza de abastos como Leve y Trini ó los mercadillos medievales como Federico.











Hacia las 13 horas Ana y su familia y Luis se fueron al Aeropuerto y los demás continuamos pululando por el centro histórico de Santiago.

Manolo Palomar, Leve, Rafael, Federico y Trini se fueron al Monasterio de San Martín Pinario

Situado en la Plaza de la Inmaculada se levanta este monasterio, fundado por un grupo de benedictinos que poco después del descubrimiento de los restos del Apóstol se establecieron en el lugar llamado Pignario, próximo a la capilla de la Corticela (hoy integrada dentro de la Catedral), donde celebraban sus oficios.
Junto a la Catedral, es el más valioso conjunto del barroco gallego.

El monasterio es de gran sencillez y frialdad de líneas, sólo interrumpidas por la fachada, a la que se accede por una gran escalinata.

La fachada se divide en tres partes con un eje central flanqueado por dos grandes lienzos de cuatro pisos. La torre de cinco cuerpos contribuye a romper la monotonía de la fachada. La portada enmarcada por severas columnas dóricas, acoge a San Bieito, rematando con la estructura añadida por Fernando de Casas en la que está el escudo de España entre vieiras y la figura de San Martiño de Tours. Dentro del monasterio se encuentran el claustro de las oficinas, el más primitivo y el claustro procesional.







Estando por allí se encontraron a un amigo de Federico que le recomendó que entraran en un hotel que estaba a la espalda del Monasterio y que tenia unos rincones donde todo rezumaba paz y tranquilidad y además tenía unas hermosa vistas.



y otros fuimos a buscar el Restaurante el Gato Negro, recomendado por Pepe Barea. Cuando llegamos era imposible entrar por lo reducido del espacio. Así que tomamos unos berberechos riquísimos y luego nos fuimos acomodando en distintos sitios para comer.

En el restaurante camilo situado muy cerca del gato Negro, nos quedamos PacoA, Remedios, Aurora, Esther, Joaquin, Aurelio, paco U Virginia , pepe V y yo.

Estábamos en la segunda planta y estábamos junto a otra mesa de peregrinos bastante concurrida, por lo que había bastante ruido. Paco U y Virginia ante tanto ruido optaron por irse y acabaron comiendo en la calle en las mesas que tenía puestas el mimo Restaurante y los demás acabamos llegando a un acuerdo con la mesa de al lado mientras comíamos.

Tomamos una mariscada que fue mas flojita que el día anterior y al final acabamos departiendo alegremente con nuestros vecinos de mesa.







Salimos del Restaurante y nos fuimos a la Plaza de San Martín para visitar la Iglesia de San Martín Pinario.

Sobre la puerta se despliega una vistosa fachada plateresca. Presiden en la parte central, entre la puerta y el óculo, la Virgen, San Bieito y San Bernardo, mientras que en el frontón que corona la portada está San Martiño repartiendo su capa con un pobre.

Las torres se levantan sólo hasta la altura de la escalera de acceso a la puerta, sin duda inspirada en la que da acceso a la Catedral desde la fachada del Obradoiro. fachada, debido a la oposición del cabildo catedralicio, temeroso de que la basílica perdiese visibilidad.

Para vencer el desnivel del terreno, el benedictino Plácido Camiña construyó la hermosa.

El templo posee planta de cruz latina con tres naves en el brazo principal y una en el transversal, recorridas por una tribuna.

Se utiliza la bóveda de cañón en la que se enmascaran los nervios a modo de falsos casetones. Varias capillas comunicadas entre sí, se abren a cada lado del brazo longitudinal.

En el interior llama poderosamente la atención el fastuoso retablo mayor de estilo barroco diseñado por F. de Casas y Novoa y ejecutado por Romay. Cerrando los frontispicios del crucero encontramos el Retablo de San Bieito en el norte y el Retablo de la Virgen Inglesa en el sur. Además de los anteriores, también podemos contemplar el Retablo de la capilla del Socorro, el de Santa Escolástica, el del Cristo de la Paciencia y el de Santa Xertrude.

Destacamos la sillería del coro, realizada en nogal por Mateo de Prado, y que es reconocida como la más importante de las realizadas en Galicia y una de las principales a nivel peninsular.























De allí fuimos callejeando hasta pasar por la iglesia de san Francisco donde había una boda









y luego seguimos por el Arco de Palacios donde había como siempre músicos tocando



Fuimos a parar al Hostal de los Reyes Católicos, donde nos encontramos con los Utrilla y los Roca.







y tras descansar un rato regresamos al hotel, nuestro grupo andando y otros en taxi

Cuando llegamos Federico nos llamó porque habia un grupo de sevillanos y salmantinos que iban a participar en una celebración conjunta en la catedral por si nos reuníamos allí, pero ya estábamos muy cansados para regresar.

Según comentaron los que estuvieron fue un acto muy simpatico y lleno de cánticos.



En el hotel tomamos unos sándwich y nos fuimos a hacer las maletas porque al dia siguiente regresábamos y así terminó nuestra feliz jornada en santiago

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