2ª ETAPA
PONTE DE LIMA - RUBIAES
Comenzamos con un buen desayuno servido amablemente y
viendo a través de los cristales que el día nuevamente amanecía lluvioso.
Nos pusimos nuestras ropas de agua y tras visitar la
iglesia, todo el grupo incluido Rafael que estaba mejor de su lumbago iniciamos
desde el mismo hotel la segunda etapa.
Llegamos al bonito puente de origen romano sobre el
río Lima y desde allí vimos los soldados romanos a un lado del río negándose a
cruzarlo y el general Decimus Junius Brutus a caballo en el otro intentando
demostrarle llamándolos uno a uno que por cruzar no se perdía la memoria.
Al terminar el puente pasamos junto a un bonito jardín
botánico
Enseguida llegamos a la oficina de turismo donde
sellamos y a la salida un paisano conocedor de la zona nos indicó que había que
dar un rodeo en vez de ir junto al río porque estaba totalmente encharcado y
nos explicó lo que debíamos hacer.
El camino era precioso y una lugareña nos dijo que la
siguiéramos que ella nos indicaría por donde ir.
Llegado un punto la señora nos indicó volver al camino
pero afortunadamente el señor que inicialmente nos había informado de la
situación nos dijo que había llovido mucho y que no era posible, que siguiéramos
por la carretera un par de kilómetros y así lo hicimos hasta retomar otra vez
el camino, cruzando el río y
dirigiéndonos a la iglesia de Codecal
A partir de la iglesia comenzamos a subir y camelias y
viñedos nos acompañaron continuamente
Nos adentramos en una zona boscosa y pasamos junto a
una piscifactoria de truchas hasta llegar bajo los viaductos de la
autopista.
A partir de ahí hicimos la parte más bonita de la
etapa caminando en un bosque siempre junto al río Labruja
Tras una ligera bajada llegamos a la carretera y allí Rafael estaba algo
cansado después de su primer día y además porque con el rodeo para salvar las
zonas encharcadas habíamos hecho un par de kilómetros.
Decidimos llamar al conductor que estaba muy próximo
pero que no nos poníamos de acuerdo porque nosotros lo citábamos en Labruja y
el decía que estaba allí.
Tras consultar con una vecina del lugar entendimos que
todas las casas dispersas en varios kilómetros era Labruja.
Por fin apareció el autobús que estaba aparcado a unos
500 metros
de donde nos encontrábamos.
Algunos fuimos andando hasta un punto que es la ermita
de Nuestra señora de las nieves situado junto a un bar donde Manolo hizo de
camarero.
Tras tomarnos una cerveza decidimos finalizar la etapa
en el autobús. pasamos junto al Monasterio del Señor de la Redención y llegamos
hasta Rubiaes.
Volvimos a Ponte de Lima y tras un paso rápido por el
hotel para cambiarnos nos fuimos a comer al Restaurante A Carballeira, situado
a las afueras. Allí degustamos un cabrito al horno muy bueno, viño verde y unos
bagazos, para finalizar cantando en un ambiente muy acogedor.
A la salida unos se fueron andando hasta el hotel y
otros en el autobús. Luego aprovechamos para ver esta bonita ciudad en nuestro
último día y finalmente otros fuimos a ver el partido del Betis y luego a
dormir. .
Así concluyó nuestro segundo día de andar por tierras portuguesas
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